lunes, 9 de marzo de 2015

Cuento "Transtorno de vida"

Érase una vez una niña llamada Roció, que tenía 3 hermanas las cuales eran muy lindas ya que se dedicaban al modelaje, ella era chica que tenía problemas con su cuerpo ya que nunca tuvo la oportunidad de entrar a la academia de modelaje como sus hermanas. Su madre tenía preferencias, primero sus hermanas después ella, claro como no era modelo creía que valía menos.
Roció llego un memento de su vida que se sentía la peor persona gorda, fea, y sin importancia, lo cual la orillo a dejar de comer y vomitar si es que lo llegaba a hacer.
Día tras día  se pesaba en la báscula y aunque cada día se notaba más su cambio. La madre como siempre no le dio importancia, Roció ya no le llamaba la atención el modelaje ella solo quería adelgazar para ella.
Todas las noches se encerraba en su cuarto llorando por lo que le pasaba, su trastorno era que no adelgazaba pero era evidente que estaba demasiado delgada. En el colegio solo bebía agua y sus amigas lo notaron ya que en menos de un mes había bajado demasiado de peso, lo cual era sumamente extraño. Sus amigas decidieron hablar con su mamá. Esa tarde fueron y lograron hacer conciencia en su madre lo cual le empezó a preocupar porque Rocío solo tenía 15 años y tenía anorexia.
Su madre hablo con ella y decidieron ir con especialista.
El medico solo lo confirmo, Rocío pasaba por un terrible caso de anorexia. La madre se hecho en llanto ya que creía que todo era su culpa, le pidió perdón y le juro jamás excluirá, pero era demasiado tarde Rocío ya estaba bastante dañada.
Sus hermanas se salieron de la academia de modelaje para no perturbarla más.  El médico le  receto vitaminas porque se le caía el cabello y estaba demasiado débil, además la ayudarían a recuperar un poco de peso, la madre se las daba cuando tenía que pero ella jamás las tomaba con temor a que volviera como estaba, las escondía o simplemente las tiraba, la madre nunca se dio cuenta y es por eso que se le hacía extraño que no notaba diferencia en ella al contrario la veía más delgada, pero claro la comida que se comía frente a su madre después se encargaba de vomitarla.
Una mañana subió a despertar a Rocío una de sus hermanas, lo que encontró fue horrible, Rocío ya no respiraba ella ya había muerto. El médico no creía que sus vitaminas no hicieran efecto pero cuando la hermana acomodaba el cuarto de Rocío encontró una bolsa llena de las vitaminas, además de restos de comida que guardaba para no engordar.
La madre devastada hablo con sus hijas:
_creo que esto es una lección muy fuerte que nos dio la vida, su hermana ya no está aquí con nosotros pero será recordada por siempre.

Decidieron ir a un psicólogo para superarlo. 

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