Érase
una vez una niña llamada Roció, que tenía 3 hermanas las cuales eran muy lindas
ya que se dedicaban al modelaje, ella era chica que tenía problemas con su
cuerpo ya que nunca tuvo la oportunidad de entrar a la academia de modelaje
como sus hermanas. Su madre tenía preferencias, primero sus hermanas después
ella, claro como no era modelo creía que valía menos.
Roció
llego un memento de su vida que se sentía la peor persona gorda, fea, y sin
importancia, lo cual la orillo a dejar de comer y vomitar si es que lo llegaba
a hacer.
Día
tras día se pesaba en la báscula y
aunque cada día se notaba más su cambio. La madre como siempre no le dio
importancia, Roció ya no le llamaba la atención el modelaje ella solo quería
adelgazar para ella.
Todas
las noches se encerraba en su cuarto llorando por lo que le pasaba, su
trastorno era que no adelgazaba pero era evidente que estaba demasiado delgada.
En el colegio solo bebía agua y sus amigas lo notaron ya que en menos de un mes
había bajado demasiado de peso, lo cual era sumamente extraño. Sus amigas
decidieron hablar con su mamá. Esa tarde fueron y lograron hacer conciencia en
su madre lo cual le empezó a preocupar porque Rocío solo tenía 15 años y tenía
anorexia.
Su
madre hablo con ella y decidieron ir con especialista.
El
medico solo lo confirmo, Rocío pasaba por un terrible caso de anorexia. La
madre se hecho en llanto ya que creía que todo era su culpa, le pidió perdón y
le juro jamás excluirá, pero era demasiado tarde Rocío ya estaba bastante
dañada.
Sus
hermanas se salieron de la academia de modelaje para no perturbarla más. El médico le
receto vitaminas porque se le caía el cabello y estaba demasiado débil,
además la ayudarían a recuperar un poco de peso, la madre se las daba cuando
tenía que pero ella jamás las tomaba con temor a que volviera como estaba, las
escondía o simplemente las tiraba, la madre nunca se dio cuenta y es por eso
que se le hacía extraño que no notaba diferencia en ella al contrario la veía
más delgada, pero claro la comida que se comía frente a su madre después se
encargaba de vomitarla.
Una
mañana subió a despertar a Rocío una de sus hermanas, lo que encontró fue
horrible, Rocío ya no respiraba ella ya había muerto. El médico no creía que
sus vitaminas no hicieran efecto pero cuando la hermana acomodaba el cuarto de
Rocío encontró una bolsa llena de las vitaminas, además de restos de comida que
guardaba para no engordar.
La
madre devastada hablo con sus hijas:
_creo
que esto es una lección muy fuerte que nos dio la vida, su hermana ya no está
aquí con nosotros pero será recordada por siempre.
Decidieron
ir a un psicólogo para superarlo.
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